LA NIÑA SIN ROSTRO
A muchos de nosotros nuestros abuelos nos han contado historias, historias de aquellas que eran vividas por ellos mismos pero que muchos imaginamos que son solo mentiras.
Yo también pensaba esto pero mi opinión cambio cuando vi con mis propios ojos algo que mi abuelo me contó muchas veces cuando iba de visita a la finca de su propiedad todos mis primos se morían por escuchar esas historias pero yo solo hacia presencia para complacer a mi abuelo.
Fallecido mi abuelo y recién cumplidos mis 18 años ya me creía el mas valiente de todos pues no creía en espantos y todas esas historias, un día que estábamos en la finca que ahora pertenecía a mi mamá y mis tíos, siendo las ocho de la noche me enviaron a buscar comida para el día siguiente ya que se había agotado la que teníamos de reserva; agarre el carro y me dirigí al pueblo que quedaba a 30 minutos.
Hice las compras y ya de regreso a casa el carro se varo y para mi mala suerte tres fincas antes de llegar justo por donde mi abuelo me había contado que salia una niña que no tenia rostro, por mi mente pasaron muchas cosas pero no me dejaba gobernar por el nervio.
El carro se había recalentado y me decidí a ir a la finca que me quedaba mas cerca por un poco de agua, prendí la linterna y arranque y me daba animo "vamos juan, vamos sin miedo".
Cuando llegue al sendero que daba a la finca al final de este sendero había una figura que parecía una niña toda vestida de blanco pero estaba de espaldas, no niego me dio susto pero quería ver que era de igual forma no tenia de otra que encontrarme con eso pues necesitaba el agua para el carro.
Camine hacia ella y entre más me acercaba me daba cuenta de que sí, en realidad se trataba de una niña, la llamaba de lejos a ver si volteaba pero no reaccionaba; me acercaba mas y ahí estaba yo detrás de esa niña pero cuando la fui a agarrar ella se volteo y me di cuenta de que no tenia cara solo una mancha negra y dos puntos azules por ojos, me desmaye y en ese momento me acorde de mi abuelo y todas la veces que me contó sobre esa historia que yo no creía.
Autor: Juan Becerra.
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